A continuación reproducimos el contenido de la carta que nos ha remitido un vecino de Montesano expresando su opinión:
Aunque no soy amigo de polémicas ni de publicar mis opiniones, no me resisto a comentar las sangrantes palabras de estos que se hacen llamar ahora Plataforma, en el artículo titulado “Las asociaciones de Montesano” de su boletín nº 54 de marzo de 2011, por si tienen a bien publicar este escrito en su blog.
Estimados Sres. de la Asociación de Vecinos de Montesano:
Aunque no soy amigo de polémicas ni de publicar mis opiniones, no me resisto a comentar las sangrantes palabras de estos que se hacen llamar ahora Plataforma, en el artículo titulado “Las asociaciones de Montesano” de su boletín nº 54 de marzo de 2011, por si tienen a bien publicar este escrito en su blog.
Resulta que yo, como tantos otros “afortunados”, vivo en lo que podemos llamar, siendo benevolentes, “presunta urbanización”, del Término Municipal de San Antonio de Benagéber, que en varias décadas de existencia, no había recibido la inversión ni de un miserable céntimo por parte de la administración competente.
Resulta que yo, como tantos otros “afortunados”, llevo muchos años pagando el IBI y siendo al mismo tiempo responsable de la construcción, explotación y mantenimiento de mi propio alcantarillado, del que soy el único responsable y en el que “todo queda en casa”.
Resulta que yo, como tantos otros “afortunados”, he visto como el Ayuntamiento llevaba a cabo la construcción, explotación y mantenimiento de alcantarillados, alumbrados, aceras, rotondas, parques, colegios, plazas y centros deportivos por casi todos los rincones de la geografía de San Antonio de Benagéber, olvidándose siempre de un par de los citados rincones, entre los que está el llamado Montesano.
Resulta que yo, como tantos otros “afortunados”, he visto con ilusión, cuando se urbanizó la parte nueva de Montesano, que por fin se estaba construyendo una nueva infraestructura para nuestra presunta urbanización, hasta que me enteré de que aquello eran unos depósitos que se ponían en Montesano, donde antes había un pinar, para dar de beber a otras zonas del municipio, pero no a Montesano, con lo que Montesano se convertía no ya en un rincón olvidado, sino en un rincón al servicio del resto del municipio.
Resulta que yo, como tantos otros “afortunados”, he visto como otras partes del municipio reclamaban unas papeleras o un jardín porque ya tenían todo lo demás, cuando el abandono de Montesano había llevado a lo largo de los años, al deterioro y destrucción de aceras, pavimentos, alumbrados y de los servicios urbanos que los vecinos habíamos ido construyendo poco a poco con nuestro dinero y esfuerzo.
Resulta que yo, como tantos otros “afortunados”, muchos años después y tras el derramamiento de sangre, sudor y lágrimas por parte de la Asociación de Vecinos de Montesano, he visto cómo alguien se ha dado cuenta por fin de que en Montesano vivimos personas, tenemos ADN humano, pagamos impuestos y hasta votamos en las elecciones.
Y resulta que por fin una subvención se ha destinado a reparar esta descompensada situación, completando el alcantarillado de Montesano, en vez de ir a parar a los colectores de la plaza del pueblo, a un centro deportivo, parque, rotonda u otra de esas cosas que quedan tan bien en la foto del día de la inauguración, porque se ha decidido invertir en algo tan necesario para nosotros como el comer (o más propiamente la consecuencia fisiológica de ello), aunque no resulte tan fotogénico.
Y resulta que a estos que se hacen llamar ahora Plataforma les parece mal, aunque con retintín digan lo contrario en su artículo, en el que aseguran defender y promover el asociacionismo, añadiendo no sé qué insinuación sobre “afinidades” políticas.
Resulta que yo, como tantos otros afortunados (esta vez sin comillas), he visto cómo la Asociación de Vecinos de Montesano defendía a capa y espada la pluralidad, escuchando a todos y velando igualmente por los intereses comunes de los vecinos de distintas ideologías, incluyendo a rojos, verdes, azules, amarillos, fucsias y multicolores.
Parece más bien que lo que les moleste a estos que se hacen llamar ahora Plataforma, sea que los valientes de la Asociación de Vecinos de Montesano hayan sido capaces de pelear solitos, muy solitos, completamente solitos, contra viento y marea, y que con su trabajo de muchos años hayan conseguido que al fin se les haga algo de caso.
Y diría también que tal vez les moleste incluso que el Ayuntamiento satisfaga las necesidades de los ciudadanos (de Montesano o de cualquier otro rincón de San Antonio de Benagéber), porque así los que gobiernan pueden parecer menos malos.
Incluso me atrevería a decir que lo que les gustaría a estos que se hacen llamar ahora Plataforma, es que a la gente le fueran muy mal las cosas, creyendo que es así como conseguirán desbancar a los que ahora gobiernan. Se ve que es lo que han aprendido en la tele.
Lo que no termino de entender es la depurada táctica que ha llevado a un partido político a contrariar de esta manera a sus votantes. ¿No deberían congratularse, aunque sea “de boquilla” de los éxitos de una asociación de vecinos y apoyarla en sus luchas? Como no quiero dudar de la capacidad de estos que se hacen llamar ahora Plataforma, debo achacarle mis dudas a que no entiendo mucho de política porque no veo demasiado la tele.
Os seguiremos informando.
Junta Directiva
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